Nada es casualidad ni en El Café de Levante, el emblemático bar gaditano donde desde hace décadas se cita buena parte de la cultura de la ciudad, ni en El Café de Levante, el libro de relatos de Cristina Ruiz Guerrero que este jueves 22 de febrero, a partir de las 20.00 horas, se presenta en el establecimiento de la calle Rosario. Ni las canciones que enmarcan sus historias, ni en que sea Vero, una ficticia camarera el hilo conductor de los textos, ni que la presencia femenina sea mayoritaria en esta obra… “El compromiso feminista recorre este libro, donde todo es deliberado”, cuenta su autora que estará acompañada en la puesta de largo por la periodista Carmen Morillo.

Nada es casualidad en estos 9 relatos imaginados con mimo y “mucha corrección y reescritura” por la profesora jubilada de Lengua y Literatura que, a pesar de que su producción hasta ahora se ha inclinado por la poesía, ganó un certamen de relatos convocado por la editorial Kaizen que, de alguna manera, “es el origen de este obra”.

Porque así nació Vero, para The Riverside, un premio literario convocado por el sello gaditano en 2021 que Ruiz Guerrero ganó con un cuento titulado El Café del Puerto. “Pero siempre pensé que ese personaje podría tener más desarrollo, podría moverlo, darle más vida, y entonces continué escribiendo, me la llevé a El Café de Levante de Cádiz, que es de los bares más bonitos de Cádiz, pero confieso que mi Café de Levante es también una mezcla con otros bares, pues tiene un piano, que es muy importante para las historias, es algo más grande… Digamos que es una mezcla con El Pelícano, cuando abrió, y con un bar de Brest, en Bretaña, Los cuatro vientos se llama”, desvela la escritora que estuvo trabajando durante varios años en la ciudad hermanada con Cádiz y donde, por cierto, “a final de mayo” presentará también la obra.

Así, en este El Café de Levante, “que es, y no es” el gaditano, la literata plantea una entrada y salida de personajes ante la mirada, a veces protagonista, a veces testimonial, de la camarera Vero. “Me gusta la estructura circular, así, como en ese primer relato, la camarera era la protagonista, luego pasa a ser coprotagonista en alguno, después testigo de otras historias pero, para cerrar el libro, vuelvo a ponerla en el centro”, adelanta.

Personajes, en su mayoría femeninos, que en algún caso incluso homenajean a mujeres reales, “Elvira, por ejemplo, es una escritora de literatura infantil, –en clara referencia a Elvira Lindo, pero también hay una historia que nos lleva a Nevenka, pues su historia real me impactó en su momento profundamente”, cuenta Ruiz Guerrero que recorre en sus relatos “la violencia contra las mujeres pero también otros temas como la droga, los amores subterráneos y, también, un tema que me preocupa mucho como es el de la precariedad juvenil”, desgrana sobre la almendra de estos textos que se balancean “entre la crítica social y la perspectiva existencialista”.

Además, cada texto está “inspirado o enmarcado” con una canción. Desde el Feeling good de Nina Simone, hasta los Recuerdos de Luz Casal, pasando por Chavela Vargas, Nolwenn Leroy, Édith Piaf, Camarón y su Leyenda del tiempo, Pablo Guerrero o un retazo del Turandot de Puccini, suenan (también la mayoría, «totalmente intencionado», son mujeres) El Café de Levante tan mágico que hasta el Stabat Mater de Pergolesi tiene resonancias con la banda de San Fernando Saurom. “Sí, aunque soy bastante selectiva, me gusta mucho la música, el jazz, sobre todo, pero aquí he buscado temas que fueran funcionando como el leitmotiv de cada relato”, precisa.

Relatos, a excepción del primero realizado para el galardón de Kaizen, trabajados a lo largo “de unos seis meses”. “Además de la publicación de los relatos finalistas, el premio consistía en publicar un libro de relatos así que cuando me comunicaron que era la ganadora pues me puse a trabajar en esta idea de darle más vida a la protagonista de El café del Puerto y, finalmente, salieron todo este desfile de personajes e historias”, aclara la autora que ha contado con su hermana, la artista María del Mar Ruiz Guerrero, como portadista. “Y Teresa Torres, de El Café de Levante, ha sido muy generosa pues no le ha importado que utilicemos en parte la imagen de su establecimiento pero transformada”, agradece.

Además de la presentación de El Café de Levante, otra obra de Cristina Ruiz Guerrero verá pronto la luz. De poesía, esta vez. “Sí, el año pasado gané también el Premio Nacional Mario López y con tal motivo me publican el próximo 28 de abril el poemario titulado Velo de flor”, revela la escritora que utiliza la capa de levadura que se forma sobre la superficie del vino en su elaboración como una metáfora para “dos bloques de poemas que en 20 años de diferencia van, bullendo y mezclándose, como el vino, bajo ese velo de flor”, resume.

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